sábado, 6 de enero de 2007

La sociedad civil

Joaquín Ramón Alonso Freyre
Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas.
República de Cuba


La relación de la sociedad civil con el Estado es un modo de reflejar el conjunto de la vida de la sociedad a través de la contradicción dialéctica dirigentes-dirigidos en el ámbito político, inherente al sistema de la actividad social en determinada etapa de su desarrollo histórico. Esta contradicción está objetivamente condicionada y es una premisa de existencia y un resultado histórico de todas las sociedades de clases empíricamente existentes, en virtud del carácter público institucional que adquiere la actividad de dirección. Mientras permanezca históricamente semejante naturaleza del poder existirá fundamento objetivo para que se conforme el mencionado tipo de vínculo. Ahora bien, la esencia del enlace sociedad civil-Estado no es ahistórica, sino que está sujeta a las regularidades del desarrollo de las diferentes formaciones económico-sociales y culturas humanas.
El concepto de sociedad civil, siguiendo a Marx, aun cuando no exista un total consenso sobre las dimensiones teóricas y empíricas de su empleo y comprensión en la literatura científica, puede afirmarse que designa fundamentalmente y de forma generalizada, la esfera de actividad y de interrelaciones sociales sui generis -por su carácter integral- donde se producen y reproducen las grandes comunidades humanas y la vida inmediata (proceso de producción y reproducción física y cultural de las propias personas en tanto individuos y colectividades), en contraste con el poder político institucionalizado.
Por esa razón, con ella de una forma más o menos precisa se toma en consideración la esfera de conformación y despliegue de las relaciones socioclasistas, socioprofesionales, socioétnicas, raciales, nacionales, sociogeneracionales, intergenéricas, sociodemográficas, comunitarias, familiares, ideológico-espirituales, así como de la vida cotidiana, etcétera, en tanto fundamento y objeto del poder político. Entonces, desde el punto de vista de su volumen lógico incluye comunidades, organizaciones, individuos, instituciones, normas, actividades, relaciones, valores, saberes, etcétera.
Este concepto contrapone lo social a lo político, y a la mirada que lanza sobre el organismo social él vienen asociados otros del mismo orden como lo público y lo privado, la economía y la política, los deberes y los derechos, la producción e intercambio de valores espirituales, el proceso de socialización, particularmente política, etcétera.
El concepto de sociedad civil designa relaciones que sirven de base a la política, pero que son diferentes de ella, y no siempre necesitan una expresión de ese carácter, aun cuando dentro de ciertos límites sea el Estado quien las legaliza y sanciona con fuerza obligatoria universal. Pero es a su vez la sociedad civil quien legitima al Estado y demás procedimientos políticos. La expresión política de lo social no es primaria en sí misma, sino secundaria y puede, en consecuencia, tanto apresurarse como estar al mismo nivel o marchar a la zaga de las demandas de la sociedad como un todo.
Está claro que la relación del Estado y la sociedad civil es sumamente compleja. Siendo el Estado la institución fundamental que ejercita el poder político, no agota en sus límites todos los ámbitos de la política institucionalizada. Existen como regla otras instituciones y organizaciones, como los partidos políticos y los grupos de presión, que participan de un modo u otro de ella también. En consecuencia, en la literatura ha adquirido carta de ciudadanía el término de sociedad política, el cual expresa un canal de unión entre el Estado y la sociedad civil.Dicho de otra manera, los fenómenos que se abarcan por el término de sociedad civil son genéticamente primarios en relación con la sociedad política o el Estado, como su expresión fundamental o instituto más importante para el establecimiento y ejercicio del poder político; se comportan como el sustrato o contenido a que debe referirse la sociedad política y no como su derivado o apéndice. La sociedad política puede coadyuvar a la satisfacción de las necesidades progresivas de la sociedad civil u obstaculizarla, pero no es una finalidad en sí misma, sino un medio de esta última.

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